Sigue al conejo blanco


Puedo verlo. Traes la mirada de una persona que acepta lo que vé, porque espera despertar. Irónicamente no dista tanto de la realidad.

Te explicaré por qué estás aquí. 

Estás aquí porque sabes algo, aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Algo no funciona en el mundo. No sabes qué es, pero está ahí, como una astilla en tu mente y te está haciendo enloquecer. Esa sensación te ha traído hasta aquí.

Supongo que ahora te sentirás un poco... como Alicia cayendo por la madriguera del conejo.

Nos rodea. Está en todas partes. Incluso ahora en esta pantalla. Puedes verla si miras por la ventana o cuando enciendes el televisor. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos... Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.

La verdad es que eres un esclavo. Igual que los demás, nacimos en una prisión que no podemos saborear ni oler ni tocar. Una prisión para nuestra mente. Por desgracia la libertad no se puede otorgar. Has de conocerla tú mismo.

Después no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Volverás a tus tareas y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la pastilla roja, te quedarás en el país de las maravillas, y yo te enseñaré hasta donde llega la madriguera de conejos.

Recuerda que lo único que te ofrezco es libertad. Nada más. Pero yo sólo puedo enseñarte la puerta. Eres tú quien tiene que cruzarla.